¿Cómo conocí a Marguerite Yourcenar? (Adopta una autora)

Como muchos ya seguramente saben, se está organizando Adopta una autora, que me parece no sólo un gran proyecto, sino una estupenda idea, así que no pude resistirme a anotarme. Si ustedes quieren también apuntarse o quieren chismear más, pasen por aquí.

Yo adopté a Marguerite Yourcenar y para empezar un poco con esto les voy a contar cómo es que la conocí.

Para conocer a Yourcenar tuvieron que suceder tres cosas: pasar mucho tiempo con historiadoras obsesionadas con Francia y todo lo francés, tomar clases de mitología con ellas y tener una desventura amorosa. Ante esa situación, una de ellas me dijo: lee Fuegos, los cuentos sobre mitología que escribió Yourcenar cuando su editor le rompió el corazón.

Y así lo hice. Y funcionó, porque los cuentos de Yourcenar son magníficos y tiene tantas frases sobre el amor y tantos enfoques distintos que fueron la perfecta catarsis. 

Como me gustó mucho, después leí Como el agua que fluye, otro volumen de relatos. Si bien este me gustó menos que Fuegos, y realmente no recuerdo bien cada uno de los cuentos, lo que persiste es el recuerdo de barcos. La sensación de estar en uno y navegar. Del mar y la madera. Y también una cierta frustración, pues el protagonista de uno de los cuentos sólo se deja llevar con el agua, sin oponer ninguna resistencia.

El tercer libro que leí no fue uno de ficción, fue un estudio que hizo sobre mi autor japonés favorito: Yukio Mishima. Dice cosas muy ciertas y otras que yo entiendo de una forma muy distinta a la de ella. Pero lo cierto es que fue interesante leerla.

Hace mucho no leo a Yourcenar, pero le tengo cariño a sus historias, en especial a Fuegos, y me parece que fue una mujer apasionada, con visiones complejas e interesantes sobre el amor.