domingo, 11 de octubre de 2015

[El pensadero] ¿Qué tanto se puede separar al autor de su obra?



Hacía un tiempo que no actualizaba esta sección, y no por falta de imaginación, más bien por flojera. El caso es que en estos días me enteré de cosas sobre Marion Zimmer Bradley, la autora de Las nieblas de Avalón (saga que no leí, pero quería), y link tras link acabé en un artículo de The Guardian en que se plantean justamente la pregunta que da título a El pensadero del día: ¿hasta qué punto se puede separar al autor de su obra?

En realidad no es un tema nuevo y uno se lo pregunta cada que sale alguna historia perversa sobre un cierto creador, ya sea director, actor, músico o escritor, que choca con la imagen que tenemos de él por medio de sus obras. A mí me pasó con Woody Allen, me gustan mucho sus películas y no creo que nadie pueda negar que es uno de los mejores directores que hay, y es tan bueno que por una u otra razón no hay actor que se niegue a trabajar con él, pero ¿recuerdan las noticias que circulaban sobre él cuando estrenó Blue Jasmine? Todas las denuncias de abuso que hacía su hija adoptiva. 


¿Qué hacer en esta situación? Hasta qué punto se puede ignorar el que no sea una persona tan buena como uno quisiera creer, más al tratarse de uno de los personajes públicos favoritos. O más que ignorar, seguir viendo su trabajo y separar su talento para dirigir de su vida personal. Yo al final lo hice, realmente no quiero que me interese lo que haga Woody Allen en su vida privada, sus películas me gustan y no quiero dejar de verlas.

El argumento en contra de esta posición es justo lo que dice el artículo: apoyar el trabajo de estas personas es enviar un mensaje implícito de que lo que están haciendo está bien.

Yo creo que es un tema delicado y que no se puede tener una respuesta fácil, porque esto no sólo se limita a casos tan complicados como violaciones o pedofilia. Hay escritores, como Orson Scott Card, que tienen posiciones controvertidas sobre la homosexualidad, por no llamarlo homófobo; hay algunos otros, como Cassandra Clare, que tiene una mala fama entre varios fans, porque entre otras cosas alentaba el bullying contra cualquiera que la criticara; y más recientemente, está Dylan O'Brien, que ha hecho algunas declaraciones que pueden considerarse racistas. La razón por la que doy estos ejemplos es para dar una gama de actitudes políticamente incorrectas, porque no es lo mismo perdonar, o querer ignorar, una cierta ideología o un comportamiento, intencional o no, que un caso de abuso sexual.

Pienso que no hay que idealizar a los personajes públicos, hay que seguir tomando en cuenta que son personas y que también se equivocan y es por ello que me parece importante separar, en general, la obra del creador. Pero esto me regresa a la pregunta inicial, ¿hasta qué punto se puede hacer? ¿Hasta qué punto se pueden ignorar las actitudes y comportamientos de ciertos personajes?

¿Ustedes qué opinan? ¿Hasta qué punto se pueden separar?

17 comentarios

  1. Pues desconocía totalmente la noticia acerca de Woody Allen, y en cuanto al resto de personajes que has mencionado, tampoco sé lo que dicen o dejan de decir. No me entero de estas cosas, pero para mí, el interés en un actor, escritor, director, etc… termina donde empieza su vida privada. Puede no gustarme las cosas que digan o hagan, pero no por eso voy a dejar de leer un libro, o ver una película que me gusta. Supongo que también depende de la gravedad de los hechos, o si son solo rumores. Por ejemplo, al director de cine Roman Polanski también se le acusó en su momento de abusos a una menor. Si esto fue verdad, lo condeno totalmente, pero eso no impide que me sigan gustando sus películas.

    Un beso!

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    1. Concuerdo, todo depende de la gravedad y de si son rumores o no. Yo agregaría que además dependen del contexto, porque no es lo mismo que en una entrevista le volteen las cosas a alguien y malinterpreten sus respuestas a que sea una posición tal cual como la de Scott Card.

      En donde a mí me conflictúa ya es con acciones, como abusos, no tanto con posturas o creencias particulares.

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  2. Como dices, es bien delicado y no hay una respuesta sencilla, porque por un lado, creo yo que una cosa es la obra y otra es la persona y su vida privada. Pero al mismo tiempo, queda lo otro que mencionas: apoyar el trabajo de esas personas es estar implícitamente de acuerdo con su ideología o con las acciones reprochables.

    A mí me cuesta mucho trabajo separar la obra del autor cuando sé que el autor ha hecho cosas como el bullying de Cassandra (y el supuesto plagio en sus libros) o la homofobia de Orson Scott Card. Y creo que una vez que te enteras de eso que han hecho ya es un juego de prejuicios y hasta de ideologías personales. Por ejemplo, yo conozco a alguien que me dijo que nunca leería a Orson Scott Card porque no quería ayudar a enriquecer a alguien con una homofobia como la suya. Esto no tiene sentido si te pones a pensar en que por que tú no le compres uno de sus libros el autor se hará pobre (en todo caso, yo no compré su libro porque me lo leí en pirata :B). Pero es cuestión de convicciones y de lo que piense cada quien.

    Creo que lo más sano (quizá no lo mejor) es no saber tanto sobre la vida privada del autor o del actor o de la persona pública, y centrarse en sus creaciones.

    (¿Cuáles comentarios racistas de Dylan? ¡Chisme, chisme!).

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    1. El problema es cuando estás bien feliz y se te cruza la noticia de lo que alguien hizo, como lo de Woody Allen que salió por todos lados, entonces ahí ya ni qué hacerle.

      Lo de Dylan lo explican en secretos fandom :P

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  3. Es una tema bastante complicado, la verdad es que yo no soy muy de idelaizar a nadie porque acostumbro a llevarme chascos. En parte creo que también tendría que verse en que contexto x personaje público hizo o dijo algo, ya que es fácil para la prensa recortar la parte de la historia que no les interesa por tal de generar polémica. También hay la famosa frase de "no existe la mala publicad".

    Una entrada muy interesante la verdad.
    Saludos^^

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    1. Yo creo que la frase que mencionas tiene límites, particularmente cuando se trata de algún crimen ya más serio. Pero en general, me parece que aplica muy bien.

      Y lo del contexto es muy cierto.

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  4. Qué difícil... la verdad es que no tenía ni idea de ninguna de las polémicas sobre esos personajes. Yo la verdad es que tiendo a separar, como en la música, siempre lo he dicho: no me gustan las bandas, me gustan las canciones. Es por eso que cuando me preguntan por mi grupo o cantante favorito no sé responder, ya que tengo canciones favoritas pero no me fijo en las bandas o cantantes. Sobre este tema, supongo que yo estaría más o menos en las mismas. Se pueden disfrutar de sus obras pero eso no quiere decir que lo que hagan esté MAL, pero para eso ya está la justicia, supongo que a este director en cuanto se demuestre (si lo hace) le harán un juicio y ya se encargará el juez, pero sus obras no tienen la culpa.

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    1. El problema con la justicia es que sabemos que es difícil que llegue o que los resultados fuesen los deseados, así que por ese lado no soy muy optimista.

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  5. ¡Hola!

    A mí me pasó con un autor que incluso mencionas en la entrada: Scott Card :) Tuve un debate interno muy grande y concluí, finalmente, que siempre tienes que intentar separar al autor de su obra (porque Card me parece machista, homofobo, de ultra derecha, conservados, clasista...), sobre todo cuando escribe de manera maravillosa, como el cerdo misógino borracho de Heminway (en serio, escribe hermoso). Sin embargo, también me ocurrió algo leyendo a Scott Card: darme cuenta de que el mismo autor NO se separaba de su obra. Es muy molesto encontrar ideas del auto (ideas que odias) por toda la trama.

    En fin, yo siempre separo a los autores de su obra. Lo intento, hasta que, claro, el autor es incapaz de callarse sus ideas estúpidas y me las pone en la trama, entonces lo hago picadillo.

    Nea.

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    1. Bueno, la diferencia entre Scott Card y Hemingway es que Hemingway está muerto y el dinero no se va para él xD O así lo veo yo, jajaja.

      Mira, no sabía que Scott Card ponía sus ideas en sus libros de forma tan explícita, si lo leo voy a prestar atención.

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  6. Es un tema complicado el que has sacado... La verdad es que por una parte pienso que hay que separar la obra del autor, pero por otro lado considero que si que hay que condenar esas actitudes en su vida privada, quizás la forma no sea dando la espalda a su arte, o sí, es que no tengo ni idea xD
    Es una cuestión moral bastante complicada.
    Besos!

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  7. ¡Hola!
    Como dices, es un tema delicado. La verdad yo ignoro la vida privada de autores, actores, directores, músicos, porque nunca se termina de saber si se trata de un cruel rumor o la simple verdad. Eso sí, si, por ejemplo, un autor trata de inculcar sus ideas racistas, cierro el libro y paso a otra cosa.
    En fin, casi siempre separo a los autores de su obra. Buena entrada.
    Por cierto, no conocía tu blog así que ya te sigo. Te invito a pasar por el mío.

    ¡Nos leemos!

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    1. Pues creo que es lo mejor, separarlos completamente, pero cuando salen ya cosas más fuertes uno se pone a pensarlo.

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  8. Es justo lo que dices, es un tema muy delicado que no tiene salida fácil. En mi caso, cuando se trata de artistas de cualquier índole, me gusta mantenerme al margen, evito en la medida de lo posible de conocer detalles personales y hacer juicios sobre lo que según yo está bien o está mal. Después de todo son personas a las que no conocemos, y aunque los conociéramos, no podríamos juzgarlos, no nos corresponde. En mi caso me quedo con sus obras, con su arte y su interpretación del mismo que es por o que los admiro.

    Saludos :D

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    1. Yo igual intento quedarme al margen, pero luego me aparece en las noticias o en cualquier lugar random y es como nooooo, por qué, yo no quería saber.

      Y yo creo que sí hay ocasiones en las que uno debe de juzgar, aunque no pienso que sea la regla. Más que nada cuando ya se trata de alguna cosa más seria, como crímenes y abusos.

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  9. ¿A nadie se le hace sospechoso que la hija diga todo esto 15 años después de la muerte de su madre, quien dejó los derechos de la saga de Avalon a su nuera —quien la ha continuado— y no a ella?

    Porque vamos, está señora era ya adulta al morir su madre y tiempo después... y habla 15 años después del fallecimiento de su madre, cuando esta no puede defenderse. Además, la propia Marion se separó de su marido en 1990 al saberse que este era pederasta y abusaba de menores. Creo que Moira para quitar fama y gloria a su cuñada (Diana L. Paxon) que está en auge con sus libros, decidió esto para tratar de ensuciar el nombre de la autora original.

    Antes de creernos una noticia que ni siquiera tiene pruebas contundentes, mejor pensar fríamente. Estamos hablando de que Moira tiene actualmente tiene alrededor de 54 años... vamos que estos abusos según ella fueron hace 51 años... ¿quién tarda tanto en hablar?

    Lo dicho, no le doy validez alguna a estas declaraciones.

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