Ahora que de este lado del mundo ya hace mucho frío, y yo me congelo en el lab porque está especialmente frío, qué mejor que recomendar libros para el invierno y la
Cadena de libros de esta semana tiene justamente ese tema.
El libro que recomiendo en esta ocasión fue el único que se me ocurrió que cumpliera con los requisitos y para ser sincera no lo quería recomendar, no porque no me gustara, de hecho me gustó muchísimo cuando lo leí, sino porque no creo que sea para todos los gustos.
País de nieve
Yukiguni
Yasunari Kawabata
Japón, 1948
Contemporánea
158 páginas
Shimamura regresa al País de nieve atraído por la belleza de la estación y el tradicional estilo de vida. Pero vuelve especialmente por Komako, una joven aprendiz de geisha que conoció en un viaje anterior. Él es un hombre rico, de mediana edad, que intenta escapar de un matrimonio sombrío y de su vida en Tokio. Ella, una bellísima mujer vulnerable a sus propias emociones, que madura ante los ojos de su amante. El amor apasionado que Shimamura despierta en Komako le plantea un dilema: incapaz de corresponderlo, pero a la vez fascinado por su intensidad, optará por repetir y prolongar su estadía en las termas aprovechando la distancia perfecta que le ofrece la relación huésped-geisha. Un tercer personaje, la misteriosa Yoko, teje su destino al de la pareja, con el blanco de la nieve como trasfondo y presencia continua. En "País de nieve", Yasunari Kawabata relata con maestría el triángulo del amor, la belleza y el paisaje con su escritura sutil y poderosa.
¿Por qué lo recomiendo?
Para empezar, porque esto es literatura japonesa que en verdad es japonesa y está escrito para ellos, sin pensar en extranjeros ni en nada más. Es lo mejor de este libro, y también lo peor, pues esto complica su lectura a los occidentales y hay muchas cosas que a nuestro modo de ver parecen absurdas o perversas.
Además, está el asunto del final. ¿Final, cuál final? Es la sensación que te queda cuando acabas el libro, buscas la otra mitad, porque no tiene sentido que acabe en donde lo hizo. Pero son japoneses, es normal que el final sea así. También es normal no conectar con los personajes, porque los ves a distancia, como a través de una ventana.
Sin embargo, la principal razón por la que lo recomiendo es la narración. No recuerdo muchos detalles de la trama, ni de los personajes, pero hay una escena en un tren en donde todo se cuenta con el reflejo de una ventana que nunca podré sacar de mi mente, porque simplemente es hermosa.
Por último, no es un libro que recomiende a alguien que comience a acercarse a los japoneses, éste no es el libro indicado. Si es el caso, debería intentar con escritores más contemporáneos, como Murakami, que es un japonés que escribe para occidentales, o Banana Yoshimoto.
The stars, almost too many of them to be true, came forward so brightly that it was as if they were falling with the swiftness of the void.