[Fotorreseña] Mujeres de ciencia: 50 intrépidas pioneras que cambiaron el mundo

Women in Science: 50 Fearless Pioneers Who Changed the World | Rachel Ignotofsky | 

|USA | 2018 | 128 páginas

Cuando supe de la existencia de este libro, me dieron muchas ganas de leerlo y dio la casualidad de que una amiga lo tenía, así que me lo prestó.

A primera vista, es un libro muy bonito que vale la pena y que debería hacer muy feliz a mi científica interna, porque ¿cuántas veces nos cuentan de las mujeres en la ciencia? Prácticamente nunca. Parece que ciencia y mujeres nunca se mezclan. Y sabemos que no es así y este libro tiene todas las buenas intenciones de remediarlo.

Son cincuenta semblanzas de científicas pertenecientes a distintos campos como física, informática, biología o medicina. Cada una tiene una ilustración, datos curiosos y alguna frase célebre de la mujer en cuestión.

Y repito, en teoría, todo es muy bonito y maravilloso. Al menos superficialmente, porque de fondo, tengo varios problemas con este libro y francamente, sus buenas intenciones, no me bastan. Por puntos:

1. No existen Latinoamérica ni África y a duras penas existe un poco de Asia

Las mujeres del libro son principalmente europeas o gringas. Sí hay diversidad en cuanto a la raza, pero no en cuanto a nacionalidad. Y no, no es que no haya científicas importantes en estos lugares, es que simplemente no fueron consideradas. 

La mayor parte de científicas asiáticas que aparecen es porque emigraron a USA. Y en cuanto a Europa, con algunas excepciones, son los países de siempre: Inglaterra, Alemania, Francia.

2. No señala ni el clasismo ni el elitismo de la ciencia

Las personas que nos dedicamos a la ciencia quisiéramos decir que la ciencia es perfecta y muy bella porque es objetiva y no se deja llevar por prejuicios. Pero no es cierto, la ciencia está hecha por personas y por eso no es posible que sea objetiva ni imparcial.

Habla de muchas mujeres que pudieron dedicarse a hacer una actividad científica porque sus padres las apoyaron desde pequeñas, ya que ellos mismos eran científicos. Es lo que se ha visto siempre, en cualquier área, la gente muchas veces está en cierto campo porque es de "familia".

También describe muchas veces cómo era que ellas hacían ciencia, aun cuando nadie les pagara, aun cuando tuvieran los peores laboratorios de las universidades y sin goce de sueldo. Y pues sí, es muy bonito dedicarte a hacer las cosas que te gustan incluso cuando no te pagan, pero eso solo lo puedes hacer cuando alguien más te está apoyando, cuando eres de cierta clase socioeconómica y te da igual que te den o no dinero. 

Y este me parece un terrible defecto del libro, porque aunque menciona esto, lo hace de pasada y nunca lo enfatiza. Cae en el "échale ganas, trabaja mucho como estas mujeres que no necesitaban dinero y por eso pudieron hacer muchas cosas... no importa que de hecho tú sí necesites dinero".

3. La responsabilidad que les científiques tienen

La ciencia no es buena ni mala per se. La ciencia es ciencia. Pero repito, está hecha por personas y esto hace que pueda ser utilizada para fines terribles. Tal es el caso del Proyecto Manhattan, el proyecto gringo encargado de crear la bomba atómica. Hay varias mujeres que aparecen en el libro y participaron en el proyecto y no se les critica, a veces hasta da la información y puede interpretarse como algo digno de admirar, porque para participar en esta investigación debías tener cierto nivel que estas mujeres tenían.

No sé si se les debe juzgar, pero creo que sí hizo falta un comentario crítico sobre la responsabilidad que debes tener sobre lo que investigues y hagas con la ciencia.

Así que en general, aunque las ilustraciones me parecieron simpáticas y la idea buena, este libro me queda a deber mucho a pesar de sus buenas intenciones. Y bueno, el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones.