Hace unos días fue el día de las madres. Mi mamá y yo nunca lo celebramos (y en realidad ni lo pelamos mucho), pero Isa-janis hizo un top con los libros que leyó gracias a su mamá y como me gustó mucho la idea, se la robo.
Da la casualidad de que Demian es también uno de los libro favoritos de mi mamá. De hecho, el libro que tenemos en la casa, y que fue el que leí, es uno que ella compró cuando estaba estudiando la carrera. Si bien no fue un libro que ella me dijera "ten, leelo", sí fue uno que estuvo siempre a mi disposición, esperando ser leído. Cuando lo terminé, me gustó tanto que le pedí a má más libros de Hermann Hesse, así que me buscó los que andaban perdidos en la casa y me compró otro par.
2. Un mundo feliz, de Aldous Huxley
Al igual que Demian, no es precisamente que ella me haya recomendado el libro, es más bien que estaba ahí, para mí. Mientras lo leía, hablábamos sobre él y en ningún momento creí que fuera ciencia ficción... era pequeña y no sabía cosas de la vida y aún decía que no me gustaba la ciencia ficción.
Un mundo feliz me malviajó mucho y amo su final como a pocos.
Má fue la que me presentó Harry Potter. Ella trabaja dando clases en una preparatoria, en ese entonces los libros apenas habían llegado a México y sus alumnos se la pasaban leyéndolos. Como se llevaba bien con ellos, le prestaron todos los que estaban publicados (los primeros tres en ese momento) y ella me los dio a mí y las dos los leíamos al mismo tiempo.
4. El señor de los anillos, de J. R. R. Tolkien
Habíamos visto los trailers de El señor de los anillos un año antes de que se estrenara y ella dijo "creo que tu tío tiene los libros, hay que leerlos". Y así se hizo, le robamos los libros a mi tío y los leímos. Bueno, ella leyó los tres de un tirón, yo leí los primeros dos y me tardé años en terminar El regreso del rey. Eso sí, ella me hizo el favor (?) de contarme todo el final... porque se había emocionado.
5. El profeta, de Gibran Kahlil Gibran
Se trata de un libro pequeño que está compuesto de relatos cortos. Mi mamá quiso que lo leyera porque ella lo acababa de releer y uno de los relatos (Las sonámbulas) le había hecho mucha gracia: dos mujeres, madre e hija, se encuentran sonámbulas en el jardín, la madre le reclama a la hija que le robó toda su juventud y belleza; la hija le responde que solo quiere proyectar su propia vida en la de ella. Al final despiertan y se dicen cuánto se quieren.
Sí, bueno, el sentido del humor de mi mamá es tan raro como el mío... a mí también me hizo reír mucho.
Mi mamá leía mucho (ahora ya no tanto) y siempre ha habido libros en mi casa, pero ninguno lo leí por ella. Nuestros gustos literarios fueron muy diferentes por mucho tiempo. De hecho es más común que ahora hablemos de algún libro que yo leo porque me llama la atención y que ella leyó hace tiempo xD
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