lunes, 15 de septiembre de 2014

Libro ~ Extrañando a Kissinger



Ga'aguai Le-Kissinger
Etgar Keret
Israel, 1994
Cuentos.
205 páginas


Desde su irrupción en el panorama literario internacional, Etgar Keret ha cautivado a lectores de todo género y edad con su particular estilo literario. En relatos de unas cuantas páginas, Keret plasma situaciones límite de la vida diaria, que cuando es mirada a través de su minuciosa lupa, revela no tener nada de cotidiana. Su escritura refleja la volátil, violenta e incierta realidad de Medio Oriente, pero no desde la grandilocuencia ética o moral, sino mediante fugaces destellos de situaciones y personajes inmersos en un caos que los trasciende, en un intento por mantener la cabeza a flote, encontrando valor y sentido en el absurdo circundante.
Entre los 49 cuentos que componen este volumen se encuentran algunos que ya se han convertido en referentes keretianos, como «Romper el cerdito», «Listo para disparar» o, el que da nombre al libro, «Extrañando a Kissinger». Producto de la inagotable imaginación de Keret, el lector se topará con unas gotas para aliviar la soledad, con un ángel demasiado perezoso como para volar o con una hermosa mujer que a fuerza de pedir a sus novios en turno que se vayan adecuando a lo que ella desea, termina convirtiéndolos en cómodos y blandos poufs que disfrutan inmensamente cuando se sienta sobre ellos y sonríe. Éstos son sólo unos cuantos elementos retratados por Keret, que harán reír, horrorizarse y dejarán perplejos a los lectores que decidan adentrarse en su universo.

Este es un libro que quería leer desde hace mucho, cuando una amiga lo llevó a la fac y prometió prestármelo. Pero pasaron muchas cosas entre ese momento y la semana pasada, que fue cuando por fin llegó a mí.

Quería leerlo porque eran cuentos, porque lo escribió un israelí y nunca he leído nada de alguien de Israel y porque el libro es muy bello, la edición es muy bonita.

Como dice la sinopsis, está compuesto por 49 cuentos. Los cuentos están narrados en tercera y en primera persona, hay sólo uno en segunda, y todos los protagonistas son masculinos. Este fue el detalle que no me gustó del libro y me dejó un mal sabor de boca: hay cuentos muy violentos y hay otros que son crueles y si bien esa violencia y crueldad es recibida por hombres y por mujeres, nunca conozco el punto de vista de una mujer y de algún modo se siente como si toda la historia se ensañara más con ellas que con ellos. Al final, este libro me deja la sensación de que sus mujeres son sólo un accesorio y eso no me gustó.

Los cuentos de Keret no son algo sencillo de clasificar, cada uno es completamente distinto del anterior en cuanto al género que manejan. De pronto puede haber humor, después algo sobrenatural, luego algo realista seguido de una simple anécdota. Creo que eso es lo que más me gustó del libro, porque aunque algunos cuentos me dejaron diciendo "eso qué", otros estaban muy bien logrados. Mis favoritos fueron Gaza Blues y Aceras, en especial Aceras, porque son muy simples, pero tienen un trasfondo pesado.

El cuento que le da título a esto es raro, como muchos otros que componen este volumen, y uno se pregunta el por qué del título. Cuando leí el cuento pensé que Kissinger era una persona que si hubiese existido en el cuento, hubiera podido hacer de mediador en la situación en la que el protagonista se encontraba. Y es justo así, Kissinger era un político que para Keret era la imagen de un negociador, sin embargo, él comenta que cuando se publicó el libro en Estados Unidos, Kissinger era visto más como un político corrupto que otra cosa, así que el significado del título cambió totalmente para algunas personas.

Algo que quiero mencionar es que algunos personajes se repiten en los cuentos y aunque no son necesariamente continuaciones uno de otro, en ocasiones se puede ver de esta manera. El único caso de una continuación explícita fue La triste historia de la familia Nemalim y Hormigas.

Los cuentos son cotidianos, hay pocos con situaciones extraordinarias o con referencias al conflicto en Gaza. En general, me dejaron una sensación desértica, como si fueran arena seca chocando contra mí.

En resumen: aunque hay cuentos memorables, la mayor parte son más del montón, sólo para pasar el rato, y algunos más te dejan diciendo "eso qué".

Recomendado para...

Si como yo, tienen curiosidad de acercarse un poco a la literatura israelí, este es un buen libro para hacerlo. Si tienen ganas de leer algo más ligero y que no les ocupe mucho tiempo, es el libro perfecto, porque los cuentos son muy cortos y pueden leer uno y dejarlo después.

Lo mejor: La variedad de cuentos.
Lo peor: Que las mujeres son sólo accesorios de los protagonistas.
El cuento: Aceras.
No hay nada que temer. Son personas huecas, sin cuerpo, sin nada, simples voces. [...] Y yo callé con él, porque al fin y al cabo yo también, por lo visto, era una de ellas.

2 comentarios

  1. Conozco el trabajo de Keret desde antes por Pizzería Kamikaze y otros relatos. Y ahora que lo pienso, no me percaté si en esa obra se encuentra ese defecto del que hablas, sobre las mujeres. Aunque recuerdo que las había y estoy casi segura de que en al menos uno de los cuentos había una protagonista.
    De todas maneras, la narrativa del Keret me gusta, así que voy a darle una oportunidad a este libro.

    Saludos.

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    1. A mí me gustó, pero sólo eso. No me enamoré de él ni nada, si cayera otro de sus libros en mis manos lo leería, pero no es algo que vaya a ir buscando por la vida.

      Me dan risa sus títulos, Gaza Blues y Pizzería Kamikaze.

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